miércoles, 13 de enero de 2010
Cura Tormentosa
Aquel día aun lo recuerdo, estaba oscuro, una luna llena sin estrellas, árboles que me rodeaban, y un camino infinito, yo recordando mi vida, el lugar representaba toda la oscuridad de mi corazón, mi mente solo me decía “duerme, duerme eternamente”, yo perdido sin rumbo solo caminaba, aves que gritaban (ya no era tranquilo), hacían latir mi corazón a mucha velocidad, las ramas enredaban mi cuerpo pero yo seguía y seguía buscando la luz que terminaría este tormento. De un momento a otro recuerdo que oí un llanto en el fondo del bosque, de a poco me fui acercando buscando algo, no sabia que, mientras caminaba aquel llanto crecía y yo buscando y buscando, hasta que vi una casa a lo lejos, y sin creerlo desperté; para mi sorpresa era solo un sueño, pero me dejo bastante desconcertado.
Ya hace un mes que se repitió esto, pero fue real, aquella puerta se volvió a abrir y solo me dije “¿que estará ocurriendo, por qué oigo nuevamente esta voz?, algo me llama, este camino nuevamente se hace infinito, porque estoy en este bosque, buscando nuevamente a luz para quitar este tormento, que hice yo para que tanta culpa viniera sobre mi, días oscuros me han rodeado desde aquel sueño, y aun no se que significa, aun no encuentro el llanto, busco esa casa, sí, aun la busco, todavía la recuerdo, era hermosa, muy grande y antigua; a lo lejos veo algo, pero no se que es, mientras me acerco algo le ocurre a mi corazón, estoy asustado, ¡que hago!, ha vuelto aquel llanto, es como de una mujer, ¿que ocurre?, mi corazón ya no aguanta, veo la luz, ¡es la casa!, la voz se hace intensa en mi, el llanto no me deja, mis ojos se ciegan, por la luz, algo hermoso se atravesó ante mi”…Pues sí, era la mujer, ella lloraba, yo solo le preguntaba que ocurría y la abrazaba, sus verdes ojos solo lloraban, diciéndome “volviste, ¡volviste!”, yo no sabia que ocurría, quien era ella, por qué me decía eso, que significaba que yo había vuelto. De pronto mis pensamientos se acumularon y veía sui cara, ella era la niña de mis sueños, aquella que separaron de mi cuando era niño, la había encontrado, ahí me di cuenta a que se debía su llanto, pues era por mi, yo solo la abrace y rogaba no fuera otro sueño, ella me beso, y sus lagrima corrían por mis mejillas; ahí estaba la luz de mi tormento, al fin había encontrado mi solución, aquel sueño era la respuesta a mi vida.
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